lunes, 3 de enero de 2011

I.V.A. – Lobo en piel de oveja…

(Con el debido respeto a mis amigos los economistas, sobre todo a los más matemáticos que no saben que es un ser humano)
Este breve escrito se basa en dos premisas; que la aplicación del IVA se realiza de buena fe por parte de los estados y que todo el dinero producido por este impuesto es realmente recaudado, esto último es bien conocido que no sucede pero omitiremos ese hecho.
No todo lo que brilla es oro, el IVA no es todo lo sacrosanto que los economistas (y no tanto) defienden, ciertamente genera dinero para las arcas pero como decía violeta parra “si hay algo más importante que dios, es que nadie escupa sangre para que otro viva mejor”. Y la aplicación de este impuesto hace exactamente eso, desangra al ciudadano que pone pie en tierra propia o ajena a cambio de presuntos beneficios para todos.
Independientemente que comparta o no la idea, no se puede disolver al individuo bajo la fachada de la teoría de los grandes números o líneas de regresión estadísticas o matemáticas puras, no se puede decir que subiendo el IVA beneficiaras a tanto por ciento de la población porque es falsa la premisa, perjudicas al 100% en alguna medida para tener dinero extra que bien puede ser recaudado por otra vía para el mismo fin.
He escuchado economistas que afirman que este impuesto es socialmente valido “porque se aplica a toda la sociedad por igual”. Pero se olvidan que todos no tienen el mismo nivel, lo que para unos es un gasto normal en un almuerzo es el gasto mensual en comida para otros. El 10% de IVA en la compra de un alimento puede ser tan pesado para algunos que simplemente se van por un bien sustitutivo, que a su vez, puede que no sea tan atractivo para la inversión nacional. Igualmente una empresa puede preferir adquirir una maquinaria inferior ante la incapacidad de acceder a lo que realmente deseare por el costo extra que implica.
El cobrar IVA en cualquier país es una forma fácil de incrementar el saldo de las arcas públicas y precisamente ese fue su origen histórico en tiempos medievales, tiempos estos que se creen pasados pero la practica económica moderna da visos de no estar muy lejos. Debería procurarse la inversión productiva pues el excedente económico de las unidades económicamente productivas bien puede (y debe) canalizarse a ello, si por el contrario el estado presiona u ahoga el excedente al que se hace referencia la pérdida es doble para el mismo, ni progresa el individuo ni progresa la economía, es decir es una espiral en descenso.
Aunque personalmente no doy mucho crédito a la fiabilidad de datos que ofrece wikipedia, hay que reconocer que no todo lo que publica es malo y es de ese sitio que les traigo un pequeño ejemplo fácil de entender para explicar el siguiente punto a tratar, pero primero lo primero;
El siguiente ejemplo muestra la mecánica simplificada, con un IVA generalizado de 10%.
  1. La empresa A produce, a partir de recursos naturales, el bien X1, al que fija un precio de 100 ¤ por unidad.
  2. A vende X1 a B, con un precio de 100 ¤, y añade 10 ¤ en concepto de IVA. Por lo tanto, B paga a A 110 ¤. Resultado fiscal: A es deudor del fisco por 10 ¤
  3. B transforma cada unidad de X1 en una unidad de X2, bien al que fija un precio de 150 ¤.
  4. B vende X2 al distribuidor C, adicionando IVA por 15 ¤. Por lo tanto, C paga a B 165 ¤. Resultado fiscal: B es deudor del fisco por 5 ¤ = (15 - 10)
  5. C distribuye X2 en el comercio minorista, fijando un precio de 200 ¤.
  6. C vende X2 a la tienda D, adicionando IVA por 20 ¤. Entonces, D paga a C 220 ¤. Resultado fiscal: C es deudor del fisco por 5 ¤ = (20 - 15)
  7. D vende X2 al público, fijando un precio neto de 240 ¤.
  8. El consumidor final F compra X2 en la tienda D. F paga por el producto 264 ¤. Resultado fiscal: D es deudor del fisco por 4 ¤ = (24 - 20)

Como se ve en el ejemplo, todo el monto acumulado del impuesto (10+5+5+4=24 ¤) es soportado por el consumidor final (F), pero ha sido percibido en varias etapas intermedias: percepción (A+B+C+D) = impuesto pagado por el consumidor final.
Recapitulando, “alguien” produce un bien en 100 unidades económicas por unidad de bien, el Estado gana 24 por IVA a lo largo de la cadena de comercialización y “alguien” tiene la obligación de pagar 264 por aquella unidad de bien originaria, es decir 164 más de lo que costo en un principio, siempre dentro de los limites de este ejemplo sencillo que llevado a la realidad es mucho más complejo y cruel en términos económicos.
En este momento más de uno estará pensado en lo bueno que es para la economía del país la cantidad de dinero que se recauda, pero muy seguramente pocos lo miran desde los zapatos del comprador, de pueblo llano. Si usted es quien se dispone a adquirir un bien y no posee mayores medios financieros, invierte su tiempo y esfuerzo en alcanzar la meta que a los efectos de este escrito será de X cantidad de dinero, una vez reunida la suma, pagara X + IVA por el bien, lo que se traduce en dinero para el estado y en sobre esfuerzo para el que lo adquiere, considerando solo aquellos que pueden pagar el X + IVA.
Veamos la otra parte, de la que no se habla, de los que aun pudiendo reunir la suma X el completar el adicional no le es tan fácil, nuevamente los más estudiados dirán “tardara un poco más en reunir el dinero faltante” y puede ser cierto pero las necesidades no satisfechas a tiempo solo retrasan el progreso del individuo, que puede que exagere, quizás, pero el IVA también se aplica a la comida (que no es un lujo). Si solo se cuenta con un ingreso fijo, el pagar dinero extra por comprar los bienes de primera necesidad solo se traduce en menos bienes adquiridos y menos necesidades cubiertas y casi o ningún economista mira eso, porque los grandes números no se juntan con los pequeños bolsillos y los gobiernos normalmente olvidan algo que se llama economía domestica.
Si por el contrario primero se pensara en la gente, todos los países del mundo repudiaran aplicar este impuesto medieval de carácter feudal a su pueblo, pero la economía manda y en perfecta analogía con la venta de tabaco, eso mata a la gente pero da dinero a las arcas del estado.
Hay dos elementos bien conocidos en la economía; el costo de oportunidad y la ecuación que determina que lo que no se gasta se ahorra. Si eso se combina con la unidad productiva familiar, se tiene que el sobre tiempo empleado en reunir la unidad económica extra para adquirir un bien por causa del IVA, bien puede aplicarse a tareas más productivas para el estado ya que el individuo dispondría de réditos adicionales que perfectamente se pueden aplicar a la inversión, moviendo a su vez al sistema financiero. Solo por dar un pequeño ejemplo.
Ojala algún día alguien, en alguna parte, comprenda y aplique los correctivos necesarios; el estado solamente con reorganizar su gasto (nótese que no dije reducir) tiene suficiente para no desangrar ni presionar a sus ciudadanos con supuestos beneficios derivados de aplicar impuestos “feudalistas”, que no son más que lobos con piel de oveja.

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